Curso sobre el Tratamiento del TOC: una experiencia muy satisfactoria.

Posted by Reyes On martes, 23 de septiembre de 2014 0 comentarios
El curso sobre el Tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo que tuvo lugar el 19 de septiembre en Castellón y que impartió el psicólogo Fernando Pena, (miembro del Institito de Formación de Formadores), resultó ser una experiencia muy grata para mí.
Fernando, además de demostrar tener mucho conocimiento teórico sobre este trastorno de ansiedad en concreto, supo trasladarnos su experiencia técnica de más de 10años con una empatía muy desarrollada y nos hizo sentir muy cómodos a todos los asistentes, (unas 25 personas aproximadamente, la mayoría, estudiantes de psicología y psicólogos ya titulados). Sus apuntes y recomendaciones amenos y muy prácticos, (de comprensión relativamente sencilla para poder ser aplicados tanto en consulta, como a nível personal, por parte de un afectado), estoy convencida de que nos ayudaron a todos a comprender mejor este problema psicológico pero sobretodo, a saber enfrentarlo con las pautas más adecuadas.

Destacaría del curso, la conveniencia de utilizar la Terapia Cognitivo-Conductual en los cuadros de Toc, (en especial, la de Exposición y Prevención de Respuesta que consiste en exponernos a nuestras obsesiones evitando analizarlas o compulsionar posteriormente), porque se considera el tratamiento de elección por su contrastada eficacia.
También la importancia de considerar la toma de mediación en los casos más graves para combinar el tratamiento psicológico con el farmacológico y poder obtener así, los mejores resultados en la recuperación.
Otro de los apuntes que hizo Fernando que me gustó mucho fue el de recordarnos que el aburrimiento es incompatible con el miedo. Por eso, cuando realizamos una TCC, a base de repetir la idea obsesiva y enfrentarnos a ella con la mayor objetividad posible, (y siguiendo las pautas de nuestro psicólogo), llega un momento en el que esta idea obsesiva deja de asustarnos porque por habituación, cada vez nos afecta menos, (incluso nos aburre).
Por ejemplo, una idea negativa que se ha llegado a convertir en una obsesión, nos genera muchísimo malestar cuando aparece las primeras veces, sin embargo, a medida que vamos enfrentándonos a ella repetidamente, cada vez nos produce menos ansiedad porque a nível físico, la sensación de ansiedad dura sólo un tiempo determinado, (el punto más elevado se produce a los 15 minutos pero después, irremediablemente, baja). Esto indica que, por cada vez que nos exponemos, la ansiedad que nos genera la obsesión disminuye. Cuanto más nos expongamos, menor será la importancia que le daremos a la obsesión y ésta irá perdiendo fuerza hasta que llegará un momento en el que dejará de afectarnos y la habremos superado.
Debemos partir de la base de que ninguna obsesión en ningún caso de Toc es real, (esto quiere decir que no es pensada, sentida, creída ni deseada por el afectado tal y cómo a él se le aparece en la mente y que no se va a materializar en la vida real de ese modo en el que es temida). Una vez sabemos ésto, debemos exponernos a nuestra obsesión evitando analizarla, realizar rituales mentales o físicos de comprobación, evitación, etc. Es así como cada vez, la obsesión tendrá menos fuerza y podremos superarla.
Todo este proceso se conoce como Respuesta de Habituación. (Cada vez, nuestra respuesta física y psicológica al exponernos a nuestra obsesión evitando analizarla o compulsionar, es menos fuerte. De forma progresiva, la obsesión pierde importancia y nosotros la vamos superando, tomando el control de la situación).

Si lo pensamos bien, nos daremos cuenta de que, a corto plazo, no analizar una obsesión o no compulsionarla, nos genera malestar pero a largo plazo, nos libera de sentirla como temida y en consecuencia, va desapareciendo.
Conviene que comencemos a exponernos, primero, a aquellas obsesiones que menos temor nos producen para poder enfrentarnos, más adelante, a las que nos afectan con más fuerza.
Para ello, el afectado tiene que elaborar una jerarquía de situaciones, (desde las que le producen menos malestar hasta las que le causan más), y así, ir exponiéndose.
En el caso de los obsesivos puros, en los que no existe compulsión, se debe proceder del mismo modo: tendremos que enfrentarnos a la obsesión que tanto miedo nos produce conscientes de que es irreal y a medida que lo vayamos haciendo, cada vez la importancia que le daremos será menor y descubriremos que es una idea absurda que no debe asustarnos porque ya no nos identificamos con ella.

Fernando, con mucho acierto, afirmó además, que se debe cambiar la conducta de las personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo porque, sin pretenderlo, éstas han sufrido cambios estructurales en su cerebro fruto del seguimiento de conductas erróneas durante mucho tiempo y la única forma de resolver el problema es reeducando el cerebro con las nuevas conductas. Hasta ese punto nuestro comportamiento modifica nuestra estructura cerebral, (nuestra forma de pensar). Si cambiamos las conductas erróneas por las adecuadas, nuestra forma de pensar, irá cambiando hacia aquella que se considera que es saludable.
Utilizando un lenguaje sencillo, resolveremos el “entuerto” mental que se ha producido a partir de nuestro comportamiento viciado por el Toc, cambiando nuestra forma de actuar cada vez que aparezca la idea obsesiva. En lugar de agobiarnos y rumiarla o compulsionarla, no le daremos importancia y nos expondremos a ella siguiendo las pautas del psicólogo para reestructurar nuestro cerebro y conseguir que funcione como antes.

En el curso, tratamos los diferentes tipos de obsesiones que existen y cómo afectan al paciente, etc. Sin embargo, es una información que no compartiré con vosotros consciente de que podría perjudicaros.
Sin embargo, sabed que lo que os sucede, es algo común a muchas personas y que, por fortuna, cuenta en la actualidad, con un tratamiento que resulta muy efectivo para combatirlo con éxito: la Terapia Psicológica Cognitivo-Conductual..
Venced el miedo y acudid a un psicólogo especializado en esta terapia en concreto, para poder comenzar a recibirla, (yo insistiría en que la recibiérais con la mayor intensidad y continuidad posibles, por ejemplo, 3 veces por semana). De entrada, la mayoría de psicólogos no ofrecen esta disponibilidad pero muchas veces, hacen la excepción si lo solicitamos. (De no ser posible, no os preocupéis pues la terapia tiene que resultar igualmente efectiva realizándola una vez por semana pero debéis esforzaros para poder seguir las pautas del psicólogo cuando os encontréis sólos para garantizar que se producen los mejores resultados).

Por último, me gustaría compartir con vosotros que, en el curso sobre el Tratamiento del Trastorno Obsesivo- Compulsivo, tuve la fortuna de coincidir con Aurelio, (creador y director del proyecto Toc Granada). Pude conocerle personalmente, (a él y a su mujer), y debo decir que fue una experiencia inolvidable para mí, (muy, muy emotiva). Aurelio y su mujer, son dos personas MARAVILLOSAS CON UNA HUMANIDAD ADMIRABLE, (quienes ya les conocéis, sabéis que no exagero). El proyecto de Aurelio me conmovió y conocerles personalmente de corazón que ha significado muchísimo para mí.
“Las personas más bellas con las que me he encontrado, son aquellas que han conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha y la pérdida y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que las llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa: la gente bella no surge de la nada” Elisabeth Kubler-Ross

CON TODO MI CARIÑO ;”-************************

Reyes Corbató

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