Tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y su eficacia

Posted by Reyes On lunes, 20 de agosto de 2012 136 comentarios
Se considera actualmente que el mejor tratamiento para un Trastorno Obsesivo Compulsivo, (por su contrastada eficacia), es aquel que combina la terapia psicológica del tipo cognitivo-conductual, con el tratamiento psiquiátrico- farmacológico que incluye:

-ansiolíticos, (Benzodiacepinas): como Alprazolam, Clonazepam y Bromazepam
-antidepresivos: Los de elección por su contrastada eficacia son los llamados Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina y son: Fluoxetina, Fluvoxamina, Paroxetina y Sertralina. (En los últimos años, se han ido añadiendo la Clomipramina, el Citalopram y Escitalopram)
-neurolépticos, (éstos sólo se recetan en algunos casos): Risperidona, Haloperidol, Levomepromazina y Olanzapina.

La Terapia psicológica de elección para tratar una neurosis obsesiva, (Toc), es la llamada Terapia Cognitivo-Conductual. Dentro de esta corriente, una de las terapias más utilizadas es la conocida como "Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta". Esta técnica, consiste en exponernos a nuestras obsesiones evitando realizar las compulsiones o rituales que alivian nuestra ansiedad de forma momentánea. (Por ejemplo, si el afectado teme poder contagiarse por una enfermedad como el sida si entra en contacto con un agente externo, deberá enfrentarse a esta situación, estrechándole la mano a un desconocido sin lavarse posteriormente las manos).
Dentro del marco cognitivo-conductual, se utilizan, (además de esta terapia que acabo de citar), algunas otras:
- Existe la “Exposición Imaginaria”, (usada en los casos en los que las obsesiones no resultan accesibles, tales como miedos a que sucedan tragedias, aparición de imágenes intrusivas, etc).
- También hay una técnica llamada “Entrenamiento en Habituación y Parada del Pensamiento”, a la que se recurre en algunos casos de Toc donde no aparecen compulsiones aparentes, sino que el afectado rumía mentalmente, (es decir, analiza sus obsesiones, muchas veces, intentando descubrir si puede existir algún componente real en ellas).
- Otra de las técnicas es la que se conoce como “Entrenamiento en Habituación” (ésta fue, concretamente, la terapia que yo realicé obteniendo muy buenos resultados). El paciente tiene que escribir en un papel y de forma reiterada, sus obsesiones, (aquellas imágenes o ideas negativas que se repiten en su mente y le generan malestar y duda). Después, queda terminantemente prohibido “compulsionar” o rumiar, (analizar mentalmente las obsesiones). En su defecto, el paciente tiene que sobrellevar su ansiedad. Transcurrido un período de tiempo que determina el psicoterapeuta, ambos, profesional y paciente, se sientan a leer las obsesiones que, en su momento, escribieron juntos. Después de haber aguantado la ansiedad que le producían sus muchas obsesiones durante días consecutivos, (y gracias al efecto de la medicación), el paciente es capaz de descubrir por sí mismo, (cuando relee las obsesiones escritas en la hoja y con la perspectiva que ofrece el tiempo), la falsedad de las mismas.
Se da cuenta de que nunca las pudo pensar, sentir, creer o desear sino que sólo se le ocurrieron de forma reiterada, llegando a hacerle dudar porque estaba afectado por una enfermedad. Es así como el paciente logra desenmascarar al fantasma del Toc.
(También se puede grabar en una cinta de video o casette al propio paciente, relatando sus obsesiones. El resultado que se pretende obtener es el mismo).

Existen otras técnicas psicológicas. El psicoterapeuta será quién instaurará la más adecuada para las necesidades específicas del paciente y su caso concreto.
El éxito de estas terapias radica en la experiencia y el saber hacer del profesional, y en el seguimiento adecuado por parte del afectado. (Asimismo, se recomienda que estas técnicas se realicen de manera continuada y no se aíslen en el tiempo para garantizar los mejores resultados).

Sabemos que un Toc es un trastorno de ansiedad y la ansiedad, sube y baja, pero también puede llegar a controlarse. En un momento puntual de nuestras vidas, quienes somos más propensos a padecer una neurosis obsesiva, la llegamos a desarrollar porque nuestra ansiedad llega a puntos muy elevados y se desborda. Pero si somos capaces de eliminar el cuadro obsesivo que aparece en un determinado momento,(acabamos con sus obsesiones y sus compulsiones o rituales concretos), es posible que éstos no vuelvan a aparecer a lo largo de nuestra vida.
Al tratarse de ansiedad, ésta puede volver a incrementarse más adelante. Como tenemos rasgos obsesivos que nunca desaparecen porque forman parte de nuestra manera de ser, si la ansiedad se incrementa, lo más probable es que nuevamente necesite salir afuera y quiera hacerlo en forma de Toc (con obsesiones “nuevas” si no "nos curamos" bien de aquellas que aparecieron inicialmente). Pero como conocemos la técnica psicológica para reconocer las obsesiones y “no darles cancha”, si éstas vuelven a querer aparecer, (ya sea con la misma apariencia o bajo otra forma diferente), vamos a ser capaces de evitar que se conviertan en tales obsesiones. Lograremos no otorgarles importancia, consiguiendo, de este modo, que vayan desapareciendo de forma progresiva. (De la misma manera, conseguiremos no dar cabida a las compulsiones, las rumiaciones, ni a los rituales).
Lo más importante, desde mi propia experiencia, es recibir el mejor tratamiento psiquiátrico y psicológico, y con la mayor frecuencia posible, (sin espaciarlo en el tiempo ni seguirlo a medias), en los inicios de un Toc para obtener los mejores resultados. (Si no puede ser en sus inicios, en cuanto resulte posible, pero con la mayor autodeterminación por parte del paciente y del psiquiatra y psicólogo).
El objetivo que se pretende es intentar resolver el cuadro obsesivo concreto, (es decir, conocer cuáles son las obsesiones, ser conscientes de que carecen de sentido, perderles el miedo y no compulsionar, ni rumiar; tampoco ritualizar, así hasta conseguir reducir progresivamente la sintomatología completa del cuadro, confiando en que pueda ser de forma definitiva).
En definitiva, se trata de hacerle frente al propio Toc hasta ser objetivamente más fuertes que él.

Por desgracia, la mayoría de las personas afectadas por un Toc no recibe el tratamiento adecuado, (o bien recibe sólo tratamiento psiquiátrico o sólo psicológico, pero muy raras veces recibe ambos de forma combinada, y es aquí donde radica el problema, pues SE PRECISAN AMBOS para garantizar los mejores resultados).
Asímismo, no debemos olvidar que se trata de un camino muy duro y muy largo de recorrer. Esto hace que muchos pacientes abandonen el tratamiento o no lo realicen correctamente. La terapia psicológica, se abandona o se espacia demasiado en el tiempo, (cuando debe recibirse de forma continuada), o tendemos a reducir la medicación, al notar que nos afecta en exceso, etc. Aquí es donde el apoyo y la ayuda del entorno cobran importancia. Sin la colaboración directa de la familia, no es exagerado afirmar que MUY DIFÍCILMENTE un afectado por el Toc consigue mejorar con éxito, ya que se trata de una enfermedad especialmente cruel, (lo “lógico” es que el paciente pierda la esperanza).
Recordemos que, al igual que sucede con el resto de enfermedades, acertar con el tratamiento puede determinar la mejoría o el empeoramiento de la sintomatología y la evolución del paciente, es decir, EL TRATAMIENTO RESULTA DETERMINANTE PARA GARANTIZAR LA RECUPERACIÓN DEL AFECTADO. DEBEMOS, PUES, COMBINAR EL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO (que prescribirá siempre un psiquiatra), CON EL PSICOLÓGICO (el más recomendado, insistimos, es el COGNITIVO-CONDUCTUAL), si queremos obtener los mejores resultados.

Además, mi recomendación es que el afectado apele al sentido común y a su inteligencia cuando surja su obsesión y la necesidad de compulsionar, ritualizar o rumiar. Se diga a sí mismo: “no es normal que reaparezca reiteradas veces en mi día a día una idea o imagen negativa de formas muy distintas pero en esencia, siempre con el mismo contenido. Esto no responde a una forma de ser o de sentir sino a una enfermedad que lo produce”. Y acto seguido, continúe con su rutina diaria, aguantando la ansiedad sin analizar estas ideas o imágenes y sin compulsionar. (Todo esto, una vez esté recibiendo el tratamiento farmacológico y la terapia psicológica adecuada). Insistimos en que la de elección, por su contrastada eficacia, es la de Exposición y Prevención de Respuesta.

Yo logré recuperarme de mi cuadro obsesivo. Aunque continúo siendo perfeccionista y auto exigente, lo cierto es que conseguí hacer desaparecer por completo las obsesiones y las compulsiones que me atormentaron durante una larga época de mi vida a modo de enfermedad, (concretamente de Toc). Supongo que siempre seré una persona con rasgos obsesivos, pero lo importante es que estos rasgos no se conviertan en obsesiones, (llegándome a molestar o a interferir en mi vida de forma significativa). Sin embargo, el mío no es un caso aislado. Otras muchas personas han conseguido superar el Toc (en el sentido de eliminar sus obsesiones y compulsiones, rituales o rumiaciones).
Con el tratamiento farmacológico adecuado, combinado con la terapia psicológica cognitivo-conductual, (realizada con continuidad), se consiguen resultados muy, MUY POSITIVOS. No hay que darse por vencido NUNCA. AL CONTRARIO, DEBEMOS BATALLAR SIEMPRE Y NO CONTENTARNOS SI NO ES CON LA MAYOR MEJORÍA QUE PODAMOS OBTENER. (El conformismo es lo que no nos permite avanzar en la recuperación, mientras que la esperanza y la perseverancia en la lucha son, al parecer, nuestra mejor garantía de éxito).

Reyes Corbató Etiquetas: Toc, Tratamiento Toc
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El Trastorno Obsesivo Compulsivo, (Toc), o neurosis obsesiva

Posted by Reyes On 146 comentarios

El Trastorno Obsesivo Compulsivo, (Toc), es una trastorno de ansiedad.
La persona que lo padece, sufre obsesiones y compulsiones. (En ocasiones, un Toc sólo produce obsesiones, en otras, sólo compulsiones, aunque generalmente, se presentan ambas).

Las obsesiones son ideas o imágenes negativas que se repiten en la mente del afectado de forma involuntaria y éstas, no se reducen a preocupaciones o problemas que surgen en la vida real.
Las compulsiones son comportamientos determinados que realiza el paciente intentando aliviar ansiedad.

Generalmente, las compulsiones se llevan a cabo para reducir la propia ansiedad que provoca la aparición de las obsesiones, aunque, hay veces, en las que aparecen compulsiones en ausencia de obsesiones, (como una especie de acto reflejo, es decir: la persona no es capaz de racionalizar el motivo por el que las realiza).
Cuando las compulsiones se repiten o las originarias dan lugar a otras nuevas, la realización de las mismas recibe el nombre de ritual.
Una alternativa a la compulsión, son las rumiaciones. Estas consisten en analizar la obsesión intentando descifrar si existe algún componente de realidad en ella.

Las obsesiones y las compulsiones, (incluidas las rumiaciones), producen un fuerte malestar en el afectado.
Las primeras, generan incertidumbre, desasosiego, culpabilidad, temor...Las segundas, interfieren en la rutina del paciente y le roban gran parte de su tiempo, (también, repercuten en su vida social y académica o laboral).
Tanto las obsesiones como la realización de las compulsiones, producen una fuerte ansiedad.
(Así pues, el Toc es un trastorno que origina la propia ansiedad y que, a su vez, genera más ansiedad: se retro alimenta).

Existen muchos tipos de obsesiones y de compulsiones.
Uno de los ejemplos de Trastorno Obsesivo Compulsivo más extendido puede que sea aquel en el que el paciente, presenta un miedo exagerado, (lo que vendría a ser una obsesión), a contagiarse por una enfermedad, (como el sida), si no mantiene una higiene determinada.
La compulsión en este caso concreto, suele consistir en lavarse las manos cada vez que se entra en contacto con un agente externo, (cuando se le estrecha la mano a un desconocido, se tocan las suelas de los zapatos, se abre la puerta de un restaurante, etc).
Hay un sin fin de obsesiones y a su vez, de compulsiones diferentes: desde la obsesión por el orden y la compulsión de ordenar, la compulsión de revisar que se realizó una tarea cuando aparece la obsesión, (a modo de duda, del tipo: ¿cerré bien la puerta o la llave del gas?), hasta cuadros, (si cabe, más molestos), en los que la obsesión responde a un supuesto temor a poder llegar a dañar a un ser querido, convertirse en homosexual, entre otras.
En estos últimos cuadros, las compulsiones pueden consistir en evitar las situaciones en las que el individuo se ve más expuesto a la aparición de sus obsesiones. De este modo, en el primer caso, el afectado puede rehuir las invitaciones a reuniones familiares, (por ejemplo), y en el segundo, evitar salir a pubs, gimnasios, y en general, lugares públicos.

Hay que reiterar que las obsesiones pueden ser muy diversas, (los ejemplos puestos anteriormente, son ilustrativos ), y aunque en su origen, acostumbran a ser relativamente concretas, con el paso del tiempo, lo más probable es que vayan aumentando resultando, cada vez, más complejas. (Sucede lo mismo con las compulsiones que irán incrementando volviéndose más laboriosas).


Las obsesiones y las propias compulsiones, son reconocidas por el afectado como irracionales o exageradas, (de hecho, muchas veces, las compulsiones no están conectadas de forma real con aquella obsesión que pretenden aliviar o tal vez, prevenir).
A diferencia de lo que sucede con otras afecciones psiquiátricas y/o psicológicas, una persona adulta que sufre Toc es consciente del contenido irracional de sus obsesiones y sabe, asimismo, que sus compulsiones son absurdas. Es decir: no pierde el contacto con la realidad.
No obstante, la persona que sufre Toc no entiende porqué le está sucediendo ésto, ni sabe tampoco, cómo hacer desaparecer sus obsesiones y/o sus compulsiones.
(Esto es normal ya que se encuentra padeciendo una enfermedad que, como sucede con cualquier otra, difícilmente puede curar por sí mismo).
Para él, resulta desconcertante la presencia reiterada de estas ideas o imágenes negativas. Se ve a sí mismo sufriéndolas y realizando actos, (compulsiones), que no podría justificar pero que tampoco puede dejar de hacer...(Le resulta imposible evitarlos).
Humildemente considero, (por mi propia experiencia pero también, por el testimonio de otras muchas personas que se han visto afectadas por esta enfermedad), que las palabras no podrían describir con justicia el sufrimiento que puede llegar a ocasionar un Trastorno Obsesivo Compulsivo en quién lo padece.

Afecta a hombres y mujeres. Puede aparecer a una edad más avanzada pero se estima que se origina mayoritariamente en la adolescencia o ya entrada la edad madura.
(También se ha detectado Toc en niños. Como sucede en el resto de ámbitos, se tiene que preservar el bienestar del menor y debemos prestar una atención especial a este colectivo por tratarse del más indefenso y vulnerable).

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales, (DSM- IV), un Toc, (en el más complicado de los casos), puede llegar a ser incapacitante. (De hecho está incluido dentro de las 10enfermedades más incapacitantes por la Organización Mundial de la Salud: La OMS).
Además, el desarrollo de esta enfermedad puede crear comorbilidad, dando lugar así, a enfermedades como la tricotilomanía, (arrancarse el pelo), fobia social, agorafobia; disformofobia, (preocupación excesiva por el propio aspecto físico), anorexia o bulimia....
Cuando un Toc se prolonga en el tiempo, también es habitual que degenere en un cuadro de depresión importante.

Aún, en la actualidad, se desconocen la causas del Toc.
Los antidepresivos llamados ISRS, (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina), (junto con las ansiolíticos y neurolépticos), ofrecen una eficacia considerable en el tratamiento de la enfermedad. Esto, (para muchos especialistas), indicaría que la causa del Toc puede hallarse en una alteración del neurotransmisor: serotonina. (Este, ayuda a regular el estado de ánimo, los impulsos o la agresividad).
Existen, además, estudios e investigaciones que sugieren como posible origen del Toc, (o factor desencadenante), ciertos aspectos genéticos y hereditarios, (como una relación con el fenotipo A). También, recientes técnicas de imagenología han comprobado que existe una conexión con un substrato hipofuncional del sistema neuroendocrino.
Como posibles factores sociales desencadenantes o contribuyentes, se estiman educaciones y/o culturas rígidas, (estrictas o autoritarias), donde se exige el cumplimento de normas morales o relacionadas con el orden, la religión, la limpieza...
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Contestación a todos los comentarios que habían quedado sin respuesta.

Posted by Reyes On jueves, 19 de enero de 2012 9 comentarios

Desde hace tiempo, intento contestar a los comentarios que nos dejáis escritos pero el Blog no me permite publicarlos. (Debe de haber algún problema técnico, tal vez con mi ordenador o en su defecto, puede deberse a la red o servicio "Blogger").
OS RUEGO DISCULPAS pues llevábais mucho tiempo esperando una respuesta necesaria que sin embargo, no llegaba. (LO LAMENTO MUY SINCERAMENTE).

¿Podría pediros, POR FAVOR, que os pusiérais en contacto conmigo directamente a mi dirección de e-mail? (taira_135@hotmail.com) OS RESPONDERÉ TAN PRONTO COMO ME SEA POSIBLE.

Recordad que SIEMPRE SE PUEDE MEJORAR DE UN TOC pero que éste, precisa un tratamiento que combina: medicación, (ansiolítico junto con antidepresivo), con terapia psicológica cognitivo-conductual de Exposición y Prevención de Respuesta, (de elección en los casos de Neurosis Obsesiva o Toc).

Esta afección debe ser diagnosticada por un médico: (neuropsiquiatra, psiquiatra o psicólogo), y el tratamiento debe comenzarse cuanto antes para obtener los mejores resultados.

Buscad a los mejores profesionales de vuestra zona, (nosotros nos comprometemos a ayudaros, también, en este aspecto), y PONED TODO DE VUESTRA PARTE. LUCHAD PORQUE AL FINAL, PARECE QUE ESE ES EL SECRETO;"-)

MUCHÍSIMO ÁNIMO Y MIS MEJORES DESEOS CON EL MAYOR DE LOS AFECTOS;"-))),

Reyes Corbató
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La terapia de Exposición y Prevención de Respuesta: la mejor aliada de la mediación..

Posted by Reyes On martes, 17 de enero de 2012 15 comentarios


Una obsesión es, en esencia, una preocupación, (un temor). Por ese motivo, cuando la obsesión deja de preocuparnos, (al igual que sucede con el resto y todo tipo de preocupaciones), simplemente, desaparece. Así es como se eliminan las obsesiones de la mente de una persona que sufre Toc.

¿Cómo podemos conseguir que una obsesión no nos preocupe para así, poder eliminarla progresivamente?

Debemos NO RUMIARLA NI COMPULSIONAR.
Es decir, cuando aparezca la obsesión, NO LA ANALIZAREMOS, (esto es: cuestionarnos si la hemos llegado a pensar o a sentir de verdad, si podríamos llegar a pensarla o sentirla en un momento determinado, si la deseamos en realidad o no, etc).
De la misma manera, NO COMPULSIONAREMOS, (o lo que es lo mismo): NO REALIZAREMOS AQUEL COMPORTAMIENTO O ACCIÓN DETERMINADA QUE ALIVIA MOMENTÁNEAMENTE NUESTRA ANSIEDAD. (Como por ejemplo, tocar tres veces una cosa para evitar que suceda algo malo, lavarnos la mano después de estrecharla a un desconocido para que no nos transmita una enfermedad; recrearnos una y otra vez en un pensamiento que se repite en nuestra mente)…

SI LOGRAMOS DEJAR LA OBSESIÓN APARCADA, (aunque en un primer momento nos afecte), Y SEGUIR CON AQUELLO QUE ESTUVIÉRAMOS HACIENDO; SI NO NOS PARAMOS A RUMIARLA NI COMPULSIONAMOS pero SOBRETODO, SI LOGRAMOS NO DARLE IMPORTANCIA A LA OBSESIÓN, (diciéndonos a nosotros mismos una sóla vez: es producto de mi toc, si de verdad me afecta, tengo que hacerla desaparecer y para lograrlo, sólo hay una manera y es ignorándola), AL FINAL, ESA OBSESIÓN, DEJARÁ DE SER UNA PREOCUPACIÓN PARA NOSOTROS Y POR LO TANTO, DEJARÁ DE SER, TAMBIÉN, UNA OBSESIÓN. (Y TERMINARÁ POR DESAPARECER).

El punto es que, cuando no rumiamos, (es decir, no analizamos), un grupo de obsesiones ni tampoco, realizamos las compulsiones correspondientes, llega un momento en el que las obsesiones y los rituales, se acumulan de tal manera que nos resulta IMPOSIBLE analizarlas o realizarlos todos. Es así como descubrimos que realmente no ha pasado nada por no analizarlas ni compulsionar. Hemos sobrellevado la ansiedad y no ha pasado nada malo a nuestro alrededor.
Podemos concluir que HEMOS DESCUBIERTO LA MANERA EFECTIVA DE HACERLE FRENTE AL TOC: SER MÁS FUERTES QUE ÉL PARA IR DERROTÁNDOLO POCO A POCO.
(Si hemos podido aguantar unas horas así, podremos soportar un día, luego, dos; después, una semana y de esta forma, progresivamente, un año y al final, hasta toda una vida si nos lo proponemos).



Las obsesiones son muy fáciles de identificar. SI CUMPLEN UNO SÓLO DE ESTOS 4REQUISITOS, SE TRATA DE UNA OBSESIÓN:

Es negativa,
Nos hace sufrir,
Dudamos, (es decir, unas veces nos parece real y otras no),
Se repite en nuestra mente.

Sólo con que la idea que aparece en nuestra mente, cumpla UNA SÓLA DE ESTAS CARACTERÍSTICAS, LA RECONOCEREMOS, ENSEGUIDA, COMO UNA OBSESIÓN.

¿Qué deberemos hacer al respecto?

ABSOLUTAMENTE NADA.
Explicado de una forma que se pueda comprender rápidamente, deberemos NO ANALIZAR ESTA OBSESIÓN, (ES DECIR, NO CUESTIONARNOS SI LA HEMOS PENSADO O SENTIDO DE VERDAD O PODRÍAMOS LLEGAR A HACERLO NI TAMPOCO DARLE VUELTAS EN NUESTRA MENTE DE UNA FORMA CONSCIENTE).

En lugar de hacer esto, NOS OBLIGAREMOS A CONTINUAR CON AQUELLO QUE NOS ENCONTRÁRAMOS HACIENDO, (SIN PARARNOS A RUMIAR), NI A COMPULSIONAR.
QUEDARÁ, PUES, TERMINANTEMENTE PROHIBIDO TAMBIÉN, REALIZAR UNA COMPULSIÓN O RITUALIZAR. (Esto es que no cederemos a tocar tres veces una cosa ni nos lavaremos las manos; tampoco nos recrearemos en el pensamiento que quiere repetirse en nuestra mente…En definitiva, no seguiremos ningún comportamiento determinado que alivie nuestra ansiedad momentáneamente). DEBEREMOS NO CONCEDERLE A LA OBSESIÓN NI UN SOLO SEGUNDO, (CONSCIENTE), DE NUESTRO TIEMPO.

En su lugar, AGUANTAREMOS CON EL SENTIMIENTO DE CULPA Y CON LA INCERTIDUMBRE.
SOBRELLEVAREMOS LA ANSIEDAD RESPIRANDO HONDO, CONFIANDO EN QUE ESTAMOS HACIENDO LO ÚNICO QUE VA A PODER ELIMINAR VERDADERAMENTE LA OBSESIÓN Y EN DEFINITIVA, EL TOC.

Sólo si hacemos esto de forma continuada y descubrimos que por no analizar las obsesiones ni compulsionar, no sucedió nada malo, podremos llevar durante un tiempo, una vida que se aproxime, lo máximo, a la normalidad. Trascurrida esta breve temporada, podremos ver las obsesiones con perspectiva. Seremos capaces de ver claramente, (también con la ayuda de la medicación y el psicólogo/a), que las obsesiones que nos atemorizaban, carecen de sentido: podremos darnos cuenta enseguida de que nunca las pudimos llegar a pensar, sentir o desear verdaderamente si no que se trata de una afección que nos envía estas ideas en contra de nuestra verdadera forma de ser y de sentir. Sólo si hemos podido no rumiar ni compulsionar durante un tiempo, descubriremos que VERDADERAMENTE SOMOS CAPACES DE VIVIR

SIN HACERLO DURANTE TODA UNA VIDA y no sólo eso si no que, además, PODREMOS DESCUBRIR, AL FIN CON CLARIDAD, QUE LAS OBSESIONES SON SÓLO ESO: OBSESIONES QUE NOS PRODUCE UNA AFECCIÓN QUE SE PUEDE SUPERAR Y QUE ESTAS OBSESIONES, EN NINGÚN CASO DE TOC, SON SENTIDAS NI PENSADAS POR EL PACIENTE SI NO QUE SON, SÓLO, SUFRIDAS.

Y en esto consiste, precisamente, la terapia de EPR, (Exposión y Prevención de Respuesta): exponernos a nuestras obsesiones evitando responder rumiando o realizando una compulsión.
Su efectividad es un hecho y la mejoría que se produce en los pacientes que la realizan, supone todo un éxito, (está considerada, en la actualidad, como el tratamiento de elección para tratar el Toc combinada con la medicación que acostumbra a ser, un ansiolítico y un antidepresivo). Pero su realización y seguimiento es muy duro.
Muchas personas abandonan el tratamiento o no lo siguen adecuadamente precisamente por la dureza del mismo.
Por ese motivo es DE VITAL IMPORTANCIA, buscar al psicólogo adecuado, (especializado en terapia cognitivo-conductual y a ser posible, con previa experiencia en casos de Toc).
La realización de la terapia debe ser continuada, (se recomienda a ser posible, que sea diaria). De lo contrario, el paciente puede ceder a la “tentación”, (que él vive como una necesidad), de rumiar o compulsionar y la terapia puede verse gravemente interferida y afectada, (esto se refleja en los resultados). Si queremos mejorar verdaderamente, DEBEMOS SER CONSTANTES EN LA TERAPIA.

Con mis mejores deseos,

Reyes Corbató ;”-)))

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