Los seis puntos clave sobre la ansiedad, (por Roberto)

Posted by Reyes On viernes, 3 de agosto de 2018 14 comentarios
En esta ocasión, os traigo una entrada que me hacía muchísima ilusión compartir con todos vosotros.
Se trata de un texto de autoayuda que ha redactado un lector del Blog a partir de su experiencia personal con la ansiedad y las obsesiones.
En él, Roberto nos facilita algunos consejos que le resultaron útiles para combatir sus miedos más profundos hasta conseguir superarlos con éxito.
A mí me emocionó hasta las lágrimas pero, sobretodo, me permitió descubrir a una persona MARAVILLOSA que además de poseer una bondad excepcional, (doy fé de ello), es un luchador y un valiente.
A menudo menospreciamos el poder de la perseverancia y del esfuerzo cuando son, en realidad, nuestra mejor arma para hacerle frente al toc y a cualquier otro problema que puede presentarnos la vida.
Os dejo con este valiosísimo regalo con la esperanza de que pueda ayudaros, (aunque mi convencimiento es pleno si os detenéis a prestarle toda vuestra atención).
Es un poco extenso porque Roberto no ha querido descuidar ningún detalle importante pero os aseguro que merece la pena leerlo hasta el final. (¡Es completísimo y además, está muy bien redactado!)
Me siento muy orgullosa del resultado, (cuando algo está hecho desde el corazón, se nota).

Roberto, GRACIAS EN MAYÚSCULAS por querer ayudar a los demás y por haberme elegido para transmitirlo. (Lo valoro muchísimo).

¡Un inmenso abrazo y un besote muy fuerte para todos!!! ;"-*****************************


Mis seis puntos clave sobre la ansiedad:

Antes de leer esto un aviso: este escrito está basado en mi experiencia personal y con opiniones propias. Yo no soy psicologo, ni médico, sólo soy una persona autodidacta que ha buscado cómo solucionar su problema de ansiedad.
(Si tú crees que tienes problemas de ansiedad, eso debe decírtelo un psicologo, psquiatra o médico).
Mi intención es ayudar con alguna orientación y opinión sobre el tema a nivel personal, pero has de saber que éste no es el escrito de un titulado ni especialista.

El porqué de este escrito:

A día de hoy son muchas las personas que sufren ansiedad y no lo saben. A veces es difícil averiguar las causas por las cuales la ansiedad ha llegado a nuestra vida.
Ya sea por una infancia en la cual nos han sobreprotegido o porque hemos vivido experiencias fuertes y desagradables; tal vez porque nuestra existencia, ya de adultos, se ve llena de conflictos y amarguras.
O puede que se deba a que llevamos un ritmo de vida totalmente acelerado, exigente, y tan lleno de preocupaciones, que poco a poco, nos vamos "cargando negativamente" hasta que nuestra mente se satura y ya no puede más.
Sea cual sea el motivo, cuando la ansiedad muestra sus síntomas, tendemos a asustarnos mucho. La vida se vuelve angustiosa e insípida y el sufrimiento emocional, (en los casos más graves), puede llegar a ser insoportable. Lo peor es que mucha de la gente que padece esta situación emocional, no sabe lo que le ocurre: unos creen que se están volviendo locos, (para nada es así); otros acuden a los fármacos, (sedantes y benziodiazepinas), y caen en una medicación que, en ocasiones, termina por ser abusiva e innecesaria.
También son muchos los que, por vergüenza, callan el problema y no lo comentan a nadie, (por miedo a que los tomen los locos), cerrándose sin quererlo a que los puedan ayudar en esos momentos que tanta falta hace.
Yo que padecí ansiedad con cuadros bastante agudos durante más de 25 años, puedo decir que conozco bien este problema y que no es tan difícil de solucionar. Estoy seguro de que las cosas pueden mejorar y mucho, siempre y cuando estés dispuesto a poner empeño de tu parte y sabiendo que no hay recetas mágicas ni pastillas milagrosas que según las tomes se meterán en tu cabezita y solucionarán todos tus males a nivel mental.
Para curar la ansiedad, hemos de proponernos muy en serio cambiar todas esas cosas que, quizá desde hace años, estamos haciendo mal, y desde luego, cambiar muchos hábitos a nivel físico y mental.
Si así lo hacemos, podremos mejorar mucho nuestra calidad de vida y deshacernos de una vez por todas de esos síntomas que nos manda la ansiedad; ya sean pensamientos, imágenes, o sensaciones desagradables a nivel físico, tales como: dolores de cabeza, opresión en el pecho, fatiga, molestias estomacales ect.

Este escrito va dedicado a:

Cualquier persona interesada en conocer la ansiedad, sus causas, síntomas y forma de actuar. Si quieres derrotar al enemigo, has de conocerlo bien, (esa es la base y una de las principales recetas para deshacernos de este pegajoso y desagradable adversario que se alberga en lo más íntimo de nuestro subsconsciente).
Hemos de saber qué es, cómo ha llegado a nuestra vida y cómo combatirlo.
Una vez hayamos reducido sus síntomas, no dejar que vuelva a tener el poder y la capacidad de influencia que en el pasado haya tenido en nosotros. Pero ¿cómo?
Sí, hay muchas recetas para controlar la ansiedad y si ponemos de nuestra parte y hacemos la mayoría de las cosas bien, tendremos grandes resultados. Quizá no inmediatos, (más bien a la larga), pero con paciencia nos desharemos de un adversario que nos ha llevado por la calle de la amargura durante el tiempo que lo hemos llevado pegado como una garrapata.
Este escrito está hecho para ayudar, (yo no gano nada con esto, pero si en algo puede echar un cable a quien lo esté pasando mal por un problema de ansiedad, me doy por satisfecho. No soy psicólogo, ni titulado, pero he tenido que ser autodidacta por obligación e investigar para conocer y curar mi ansiedad. Puede que otros lo hayan estudiado mejor, (yo me baso en mi experiencia y conocimientos y creo que pueden ayudar a mucha gente que esté pasando por una situación similar). De todas formas, lo que yo te cuento aquí, estoy seguro de que algo te podrá animar si tu problema es la ansiedad.

Mi caso particular:

Después de haber sufrido durante más de 25 años de ansiedad, (a veces con cuadros muy severos), a día de hoy puedo decir que llevo una vida tranquila y que esta patología emocional ya no me causa ningún sufrimiento. Es más, me pasan los días y ni siquiera me acuerdo para nada de la ansiedad ni de ninguno de sus síntomas.
Afortunadamente encontré ayuda en los sitios adecuados y he puesto mucho de mi parte para poder deshacerme de este problema que tanto ha condicionado mi vida.
Yo soy el menor de cuatro hermanos de una familia obrera.
Mi madre era una mujer de pocos estudios, gran corazón, sobreprotectora con sus hijos, y lo que es peor: con muchos problemas de ansiedad.
Mi padre, por contra, era un obrero de la construcción, de temperamento frío y egoísta, mentalidad tradicional y muy dado a la bebida.
Mi infancia transcurrió en los años ochenta, con muchos conflictos en el hogar, de un internado religioso a otro, experimentando, (ya a una temprana edad), muchos sinsabores y amarguras.
Por lo descrito más arriba, ya podemos vislumbrar algunos de los porqués de mi particular caso de ansiedad: madre sobreprotectora y padre alcohólico. Una combinación explosiva y a la vez perfecta para convertir a un niño en un ansioso, (asustón), y a la par, inseguro. (Ëstas fueron las señas de identidad de mi carácter durante la infacia).
Hablo con mucha sobriedad de mi caso que conozco bien por haberlo vivido, pero cada cual tiene el suyo y habría que analizarlo detenidamente.
Yo me atrevo a decir que los problemas de ansiedad los arrastramos desde la niñez, pero no siempre es así, pues también hay gran cantidad de personas que desarrollan cuadros de ansiedad agudos a edades ya adultas.
Era un niño bueno, obediente y de carácter tranquilo. Nunca me peleaba ni me metía en problemas. La mayoría de compañeros me apreciaban, aunque siempre estaban los que se metían conmigo, (algo que tampoco me afectó ni me importó demasiado).
Era un niño con mucho fervor religioso. Pertenecía a una Iglesia del Opus Dei, donde nos adoctrinaban de forma muy estricta, (esto último es algo muy a tener en cuenta y que puedo asegurar influiría en mis futuros problemas de ansiedad).
No puedo decir una fecha o edad exactas de cuando empecé a sufrir mis primeras obsesiones. Pero recuerdo que con 10 u 11 años, me obsesioné con la posibilidad de contraer una enfermedad que por aquellos años se puso muy de moda: El SIDA.
Empecé a comportarme de forma escrupulosa, por ejemplo: no quería tocar pomos de puertas y miraba si había jeringuillas (de heroinómanos), o manchas de sangre contaminadas a mi alrededor. Era una preocupación continúa, que me mantenía alerta todos los días.
No recuerdo cuantó duró, quizá meses, pero después de un tiempo se fue olvidando. Pero esto fue sólo el principio, (seguía teniendo ansiedad y pasada ésta, vino otra obsesión de enfermedad: el cáncer).
Fue tras la penosa muerte de un niño vecino por leucemia.
El caso es que el muchacho tenía más o menos mi edad, (lo cual fue el detonante perfecto para que se arraigara en mí con tremenda fuerza la idea de que yo sería el siguiente y que más bien temprano que tarde, desarrollaría esa cruel enfermedad).
La ansiedad, una vez más, hizo su trabajo como mejor sabe y me hizo creer que después de aquel pobre chico, yo también perecería.
A mi mente no dejaban de venir pensamientos en los cuales ya me veía enfermo y en las últimas; "¿por que yo no...por qué yo no? pensaba.
Mi mente era la de un niño de doce años, con bastante ignorancia e inocencia respecto a muchas cosas de la vida; y claro, eso tampoco ayudaba.
Una vez pasada esta obsesión, vinieron otras, (unas no las recuerdo, otras fueron más efímeras).
Yo seguía siendo un niño asustón, tímido y muy religioso. Vivía interno con los Padres Salesianos y sólo estaba sábados y domingos en casa. Y fue en esa época, (cuando contaba ya con trece años y cursaba séptimo curso de la antigüa EGB), que pasé mi peor racha de obsesiones y sufrimiento emocional.
(He de decir que a mi, la ansiedad, siempre me ha atacado a nivel mental, con pensamientos, rumiaciones, imágenes...nunca o en pocas ocasiones lo ha hecho a nivel de sensaciones de malestar físico).
La cuestión es que una tarde me sentía como muy nervioso y en mi mente empezaron a resonar todo tipo de blasfemias e improperios contra Dios y lo más Sagrado, (recordemos que yo era muy religioso y estricto). ¿Qué me pasa? (Me preguntaba) ¿Me estoy volviendo loco?
Me asusté mucho y en mi mente golpeaban con más fuerza aquellas terribles frases contra Dios, La Virgen María y lo más Sagrado de La Iglesia Católica, (todo aquello era lo que yo más respetaba y amaba).
Me sentía culpable, pecador, condenado y ¡aquello no paraba! Era como si mi mente fuese por un lado y yo por otro, y no podía dominarla: cuanto más intentaba frenar aquella sarta de barbaridades que resonaban en mi mente, peor era.
Aquella tarde fue horrible, pero es que me desperté al día siguiente y todo seguía igual, era insoportable y no paraba ni un segundo: en clase, en el patio, hablando con un compañero, no había un instante en el que mi mente no me atormentase.
¿A quién decirlo? ¿A quién contarlo? ¿Quién entendería esos disparates que resonaban en mi cabeza? (¡Ni hablar! Me tomarían por loco, mejor callar y aguantar).
Recuerdo que llegué a llorar a lágrima viva en ocasiones, (procuraba ocultarme y que nadie me viese). Tenía una ansiedad de caballo pero yo no lo sabía, (lo descubriría bastantes años más adelante).
Ésta la considero la peor racha de obsesiones y ansiedad que pasé en mi vida, (duró meses y como casi siempre pasa, con el tiempo fue perdiendo fuerza, hasta que poco a poco me olvidé de estos pensamientos y aunque más adelante volvieron, nunca fue con la misma intensidad).
Sería demasiado largo escribir todas o la mayoría de obsesiones de los años siguientes: cambiaban, volvían pensamientos desagradables del pasado, estos se iban pero eran reemplazados por otros nuevos...Rachas mejores, rachas peores y así fue pasando mi juventud siempre con la sombra de la ansiedad a mis espaldas.
Habíamos estrenado ya el nuevo siglo y por aquel entonces mi vida transcurría más o menos con normalidad. Ya era un joven de veintitantos, buscándome la vida y trabajando como tocaba en esa época. (Decir que aunque pasaba mis malas rachas de ansiedad, digamos que hacía una vida sin sobresaltos ni problemas).
Como es de ley en esas edades, me enamoré: tuve una preciosa niña y comencé a trabajar sin parar para darle lo mejor. (Decir que en la crianza de mi hija siempre he sido un padre sobreprotector, como lo fue mi madre conmigo, craso error, más adelante explicaremos por qué).
Siempre con el fantasma de la ansiedad por ahí pululando, llevé estos años sin obsesiones fuertes y con cierta tranquilidad, hasta que se planteó en mi vida un nuevo reto: estudiar en la Facultad de Teología por las tardes.
Era algo que me hacía muchísima ilusión, pero para hacerlo en condiciones, debía de sacarme la prueba de Acceso para Mayores de 25 años. (Una prueba que consta de 5 exámenes donde se hace media y donde te juegas tu ingreso a una carta, en una sola oportunidad por año).
Era un reto, había que estudiar mucho y yo estaba trabajando. Pero estaba decidido a afrontarlo.
La prueba era en Abril, (creo recordar), y aún era el mes de Octubre y ya estaba como un flan, ideando estrategias para aprobar y metiéndome presión para hacerlo lo mejor posible: no podía fallar. (Tremendo error y pésima manera de afrontar las cosas: esto lo único que hizo es que la ansiedad y el estrés se fuesen acumulando como un vaso que se llena).
Mi mente se fue saturando según se acercaba el exámen y por más que estudiaba, no me sentía seguro. Faltaban pocas semanas para la prueba y ya tenía muchos y fuertes síntomas de ansiedad: opresión en el pecho, dolores de cabeza, obsesiones en forma de imágenes...
Llegué a la semana previa saturadísimo, y ya más preocupado en buscar remedios para mis problemas a nivel mental, que en la inminente prueba de Acceso.
Hice el exámen con el pico más alto de ansiedad de hacía muchos años, pero no me hizo mella: por suerte aprobé de sobra.
El recuerdo más bonito de esa época es que encontré los sitios y terapias adecuadas donde me pudieron ayudar con mi problema, que ahora sabía como se llamaba: ANSIEDAD. (Y que, por fortuna, ya veía atisbos de solucionar).
También descubrí que no era nada grave. (No, no lo era, aunque tantas veces me amargara la vida hasta el punto de no ver en mi existencia nada más que penalidades y fatigas). ¡Ahora tenía la solución!
Pero no fue tan fácil, fue un trabajo de meses para poder apreciar unos resultados notables, (tenía que cambiar muchas cosas, corregir errores de comportamiento...) En definitiva, tenía que cambiar mi forma de estar en el mundo.
Todo era cuestión de tiempo. Dios por fin me había escuchado y esta vez, de una vez por todas, el enemigo estaba contra las cuerdas, (ya lo conocía bien).
Acorralado, fue perdiendo fuerza. Intentó levantarse muchas veces pero ni siquiera le planté cara: lo deje estar, (lo ignoré). No le tuve miedo y a fuerza de no hacerle caso, se disipó y hoy es apenas una cucaracha a la que da pena pisar...

¿Qué es la ansiedad?

Ansiedad viene de la palabra latina "anxietas" que significa angustia, aflicción. (Sin duda, son buenas definiciones para designarla).
Todos los que la hemos padecido, conocemos por experiencia propia lo que es ese sentimiento interno de angustia y vacío. Pero también hay que decir que el estado de ansiedad, es un estado de alerta, (de alarma).
Cuando nos encontramos con una ansiedad alta, estamos en un estado de alerta continuo, nerviosos, inquietos y con la mente al trabajando 200% . En nuestra cabeza hay multitud de pensamientos que van y vienen, (en otros casos son imágenes, o incluso hasta voces). Y siempre, (siempre), todo es nefasto y nos hace sufrir .
Este es el denominador común de la ansiedad: que todas sus señales son muy desagradables.
En realidad, la ansiedad es un mecanismo de defensa de nuestro organismo que nos prepara ante un peligro inminente. Nos predispone para correr, saltar, escapar, nuestras pupilas se dilatan, nuestro pulso se acelera, y el cuerpo se pone tenso y nervioso para reaccionar ante un peligro.
El problema es cuando este peligro no existe, (no es real), y nosotros, (un día tras otro), permanecemos en un estado de alerta. (Como si algo malo nos fuese a ocurrir en cualquier momento).
Es entonces cuando se convierte en algo patológico, (ya no se trata de un estado de ansiedad pasajero por un peligro o situación que nos pone nerviosos), sino que nos hemos acostumbrado, (por causas que veremos más adelante), a vivir en una alerta continua.
Nuestro subconsciente se dedica a mandarnos mensajes de peligros, que en realidad no existen, pero que para nosotros son tremendamente creíbles, (sobre todo cuando estamos en esa época en la cual desconocemos que nuestro problema es que estamos desbordados mentalmente, saturados por la ansiedad).
¿Pero es peligroso estar en un estado de ansiedad mayor o menor según el momento? ¿Es peligrosa la ansiedad? ¿Puede pasarme algo? La respuesta es no.
Si de algo podemos estar seguros es que en este estado de alerta, nada nos puede ocurrir.
Por muy mal que nos encontremos e incluso creamos que nos dará un infarto, (o nos quedaremos sin aire), os aseguro que sólo por ansiedad no nos pasará nada. (Hemos de tener esto muy en cuenta para cuando suframos los síntomas no asustarnos).

¿Que es una obsesión?¿Cómo conseguir que no nos afecten las obsesiones?

Una obsesión no es otra cosa que una preocupación. Yo la definiría como una señal, un pensamiento que nos manda nuestra propia mente, (cuando la ansiedad se desborda), para preocuparnos.
Siempre es sobre algo negativo o algo que nos importa: pensamientos siempre negativos, (daño, muerte, peligro, enfermedad, suicidio etc), y se repiten en tu mente.
Parece que están pegados en tu cabeza de manera que no te las puedes quitar, ni a sol ni a sombra.
Intentas distraerte y tampoco puedes. ¿Por qué? Por qué estás en un momento de tu vida en el cual tu grado de ansiedad esta en un pico muy alto y puede que, además, estés luchando contra esas obsesiones.
Entonces, ¿que hay que hacer cuando vienen imágenes o pensamientos negativos provocados por una elevada ansiedad? Dejarlos estar: no luchéis contra ellos, (tampoco os asustéis ni les tengáis miedo). Esto es muy, muy importante.
No os hagáis preguntas sobre esos pensamientos o imágenes, no le dediquéis un segundo de vuestro tiempo. Tan sólo seguid con vuestra rutina y con lo que estéis haciendo y dejad esos pensamientos ahí, (ya se irán por si solos).
No intentéis apartarlos de la mente por ser desagradables, ¡no! Vendrán con más fuerza, (seguramente ya os ha pasado).
Sé que no es fácil, al principio os costará un poco como me costó a mí, porque son pensamientos siempre muy desagradables, nefastos, tétricos...Pero si conseguís dejarlos estar, e ignorarlos, (sin querer expulsarlos ni reaccionar contra ellos), tarde o temprano se irán y casi sin daros cuenta, aparecerán con menos intensidad y frecuencia hasta que desaparezcan del todo.
Es muy importante no agobiarse ni tener prisa porque desaparezcan estos pensamientos: sólo no hagáis caso por muy terrible o desagradable que sea la imágen o pensamiento que os venga a la mente. (Repito: no luchéis contra ellos, ni os hagáis preguntas, sólo dejarlos estar).
Si nos concienciamos bien de esto y tenemos paciencia, ya tenemos mucho ganado para en un futuro conseguir disminuir bastante nuestro grado ansiedad.
(Nota: este consejo es, sobre todo, para los que tienen problemas de obsesiones, (rumiadores, obsesivos compulsivos), a nivel mental. Para otras obsesiones que tienen que ver con lo físico o con sensaciones, también se ha de actuar de forma parecida porque, al fin y al cabo, a cualquier síntoma de la ansiedad, (ya sea físico o mental), no hay que hacerle caso ni tenerle miedo.

Como funciona la ansiedad

Sin querer entrar en tecnicismos ni explicaciones complejas, (de forma sencilla), podríamos decir que la ansiedad siempre opera como un círculo vicioso.
La ansiedad genera miedo y el miedo genera ansiedad. Esto crea un bucle que cada vez se va haciendo más grande: cuanto más alto es el grado de la ansiedad en la persona, mayor será la frecuencia e intensidad de las obsesiones. (Las cuales a su vez, se retroalimentan y generan más ansiedad de modo que si no salimos de este círculo vicioso, será muy difícil que la ansiedad disminuya)
¿Y cómo salir? Lo primero pérdiendole el miedo a los síntomas y obsesiones, como hemos explicado en el apartado anterior.
Así es que aunque al principio cueste, si somos capaces de no asustarnos con estos síntomas tan desagradables, ya tenemos mucho ganado para que la ansiedad vaya perdiendo fuerza de forma paulatina.
(Esto sería un primer paso como dije antes, más adelante veremos todo lo que tenemos que hacer para mantener esta patología a raya y que no nos vengan a la mente o al cuerpo tan desagradables obsesiones y síntomas).

¿Por qué tenemos ansiedad? ¿Cómo llega a nuestras vidas?

Aunque hay muchos estudios que hablan de una predisposición genética en algunas personas para desarrollar futuros trastornos de ansiedad, lo cierto es que el hecho de que empecemos a tener problemas de este tipo yo creo que se debe casi siempre a factores de personalidad, crianza, ambiente y experiencias vividas.
En múltiples ocasiones, detrás de un trastorno de ansiedad, se esconde una forma equivocada de estar en el mundo, (por así decirlo).
Si la ansiedad ha llegado a nuestras vidas es porque hay una serie de causas que hemos ido acumulando en el tiempo. (A veces incluso desde la infancia).
Ha llegado el momento en el que, saturados a nivel mental, hemos empezado a experimentar unos síntomas porque nuestra mente "no puede más" y nos está avisando de que algo va mal.

Aquí van algunos de los motivos más comunes por los cuales se suele tener ansiedad, (tanto si es desde hace poco tiempo, como si arrastramos el problema desde la infancia).
En el punto "Como curar mi ansiedad", hablaremos y explicaremos cada uno de ellos.
-Falta de horas de sueño o de descanso adecuado.
-Conflictos en el hogar o en el trabajo
-Vida tensa, llena de conflictos y peleas en hogar/trabajo/vecindario ect...
-Preocupaciones de todo tipo y el agobio que nos trae pensar mucho en ellas.
-Pensar demasiado en el pasado o futuro
-Ser estrictos en todo, (haber recibido una educación estricta)
-Pensar en exceso y de forma minuciosa en todo, (hasta en cosas sin importancia)
-Tomarse las cosas muy a pecho: cualquier cosa que nos dicen o nos hacen, (aunque no sean graves).
-Educación religiosa estricta: más típico de épocas pasadas. (Consistiría en un exceso de escrupulosidad, a la hora de cumplir deberes religiosos). Termina por ser un suplicio en el cual la persona siempre se siente pecadora e indigna, (pese a que cumpla las normas y dogmas a 'rajatabla').
-Padres ansiosos: aunque no se hereda a nivel genético, sí es cierto que podemos aprender de nuestros padres o tutores un comportamiento de personas asustadizas o estrictas, pues al fin y al cabo, la forma en que nos crían de niños define nuestra personalidad en la madurez.

Síntomas de la ansiedad:

Según muchos estudios, hay más de 50 síntomas que se le pueden atribuir a la ansiedad, (quizá sean más). También se ha de tener en cuenta que cada persona los sufre de una manera muy partícular. Teniendo en cuenta esto, es cierto que se pueden enumerar una serie de síntomas que son los más comunes y que se manifiestan en la gran mayoría de los casos, de forma muy similar. (Seguro que muchos os serán familiares).
Vamos a enumerar algunos de los mas frecuentes:
-Trastornos del sueño: dificultad para conciliar el sueño, no poder dormir suficientes horas, despertarse muchas veces durante la noche...
-En la cabeza: dolor/pinchazos
-En el pecho: taquicardias, palpitaciones, dolor de pecho, opresión...
-Respiración: sensación de ahogo, hiperventilación.
-Sensaciones: de irrealidad, despersonalización, (nos vemos en tercera persona, nos sentimos ajenos, extraños a nosotros mismos)
-Pensamientos: pensamientos e imágenes negativos. (Pensamientos pésimos, relacionados con suicidio, muerte, contaminación, hacer daño a alguien o a nosotros mismos, o cualquier otra idea o imágen que atente contra lo que significa algo importante para nosotros)
También puede ser que guarden relación con cosas sagradas. (En definitiva, cualquier cosa que nos importe y atente contra nuestros valores).
Todos nuestros miedos e incertidumbres pueden valerle a la ansiedad para enviarnos esos pensamientos que parece no nos podemos quitar de la cabeza de ninguna manera.
(Decir que estos pensamientos aumentan en frecuencia e intensidad cuando mayor sea el grado de ansiedad que sufrimos, es decir: si la ansiedad está muy alta, por desgracia, estos pensamientos estarán de forma continua molestándonos).
Repito: dejarlos estar, no les deis importacia ni luchéis contra ellos.
(Aquí entraría la gente que sufre Trastorno Obsesivo Compulsivo, que en definitiva, es un trastorno asociado a la ansiedad).
-Hipocondria: creer que vamos a sufrir enfermedades de todo tipo, (sobre todo cuando escuchamos que otra persona las padece o las mencionan en televisión).
Es frecuente que cuando sufrimos ansiedad, pensemos que la padecemos e incluso nos parezca tener los síntomas de tal o cual enfermedad. (Decir que la afección estrella de la hipocondria suele ser el cáncer, pero cualquiera vale, con tal de que nos aterrorice la idea de sufrirla).
-Desánimo, tristeza, preocupación, y en definitiva, angustia vital. (Estas son señales inequívocas de que algo va mal y que posiblemente ya llevamos un cierto tiempo sufriendo ansiedad).
-Mareos: con el consiguiente miedo a caer al suelo.
-Ataques de pánico.
-Miedo a volverse loco o a perder el control de nosotros mismos. (No os asustéis: nunca pasará nada de esto).
Otros síntomas también serían adormecimiento de manos, dolor brazo izquierdo, visión borrosa, naúseas, temblores...
Quizá éstas sean las señales más frecuentes que nos indican que estamos sufriendo un trastorno de ansiedad.
(Decir que hay más síntomas y también se debe destacar que al fin y al cabo puede haber personas en las que haya variaciones a la hora de sentirlos).

Como curar la ansiedad. (Mi receta y opiniones):

Este es quizá el apartado por excelencia de este escrito. Ya conocemos al enemigo, ya sabemos su modus operandi, pero ¿cómo combartirlo de forma eficaz? ¿Cómo mantenerlo a raya para que no nos amargue la existencia con sus síntomas tan desagradables?
Lo cierto es que estoy seguro de que podemos curar nuestra ansiedad. Ahora bien, es una tarea que nos concierne a nosotros en un 90%, (nadie lo hará por ti ni por mí).
Y aunque es cierto que hay cosas que son dificiles de cambiar, hemos de hacerlo sí o sí, y si no somos capaces, estaremos perdiendo el tiempo y por desgracia, seguiremos llevando la ansiedad pegada como una lapa.
(Yo creo que todo el mundo es capaz de conseguirlo si se lo propone de veras, no hace falta ser un superhéroe ni tener cualidades extraordinarias: tan sólo llevar una serie de normas o consejos a la práctica de una forma muy seria y con ello y con un poco de paciencia, nos desharemos poco a poco de la ansiedad).
Aquí van estas recetas:
1. Sueño: siempre digo que la mejor pastilla contra la ansiedad es dormir bien y muchas horas. Si normalmente necesitamos dormir 8 horas, cuando tenemos ansiedad tenemos que intentar dormir 10/11 horas. (Es cierto que a veces no es posible, pero por favor, intentad dormir lo máximo posible porque cuando estamos durmiendo, nuestra mente está relajada y en calma, nuestro cerebro descansa y al día siguiente todo funcionará mejor). Si no estamos durmiendo bien por culpa de la ansiedad, tenemos que intentar solucionar este problema cuanto antes, sin obsesionarnos con el tener que dormir mucho o pronto, intentando llegar relajados y cansados a la hora del sueño. (E ir procurando, día tras día, dormir el máximo posible de horas).
2. Dieta: La alimentación es clave en la vida de todo ser vivo: "somos lo que comemos", ( se suele escuchar).
Cuando tenemos ansiedad, cobra mucha importancia una dieta sana en la que abunden los alimentos ricos en omega3 y triptófano. (No soy un experto dietista, pero si os puedo decir que los frutos secos, (nueces, pistachos, almendras etc.); el pescado azul, los garbanzos y finalmente las frutas, cobran vital importancia cuando nos hallamos inmersos en un trastorno de ansiedad.
Basta de comida basura: fuera alcohol, bebidas energéticas, café, chocolate...
Tenemos que tomarnos esto muy en serio. (Es curioso pero es algo en lo que pocas veces hacen hincapié psicólogos y pisiquiatras, pero que repito, para mí es fundamental para combatir de una forma seria la ansiedad).
3. Deporte: Otro de los pilares fundamentales anti ansiedad.
Hay que apuntarse a algún deporte y ahora ya no nos valen las excusas. Cuando hacemos deporte se oxigenan las células de nuestro cuerpo y liberamos mucha hormona del stress, con lo cual bajan nuestros niveles de ansiedad.
Correr, padel, bici, fitness... (lo que sea), pero tenemos que hacer deporte.
Nos distraerá, mejoraremos nuestra autoestima, adelgazaremos, nos propondremos nuevos retos y un sinfín de cosas positivas que nos ofrece la práctica de cualquier actividad deportiva.
Animaos y apuntaros a algún deporte, gimnasio o club, aparte de cultivar nuestro cuerpo y mente, nos da la oportunidad de hacer nuevas amistades.
(Este punto nos es trivial, es totalmente obligatorio si queremos mejorar en nuestro problema de ansiedad).
4. Relajación: nadie duda de que el tren de vida que llevamos en la actualidad es de forma desmesurada, acelerado y estresante. Por eso, cobra especial importancia el aprender a relajarse. Existen múltiples maneras de hacerlo; hay quién lo consigue con música o bien practicando diversas posturas, otros lo hacen con la respiración. (Hay quienes tienen sus propios métodos exclusivos).
En cualquier caso, cuando estamos, (y cuando no), inmersos en un trastorno de ansiedad, hemos de intentar tener un pequeño tiempo todos los días para el relax.
Os aconsejo, (si no sabéis), que busquéis métodos y escojáis el que os guste u os parezca más efectivo.
5. Carácter: este es quizá el punto más controvertido y complejo de explicar y de cambiar. Cuando tenemos ansiedad, aparte de por muchos motivos, es porque nuestra forma de estar en el mundo es equivocada. Suena mal, pero así es.
Tenemos que cambiar todas aquellas cosas que puedan alimentar nuestra ansiedad a corto o largo plazo, y no nos queda otra que mejorar: nuestra personalidad .(Cosa muy difícil pero para nada imposible).
Os animo a perseverar hasta conseguirlo.
Pero ¿cómo? Voy a dar algunos consejos que puedan ayudar:

a) Como nos afectan las cosas: esto es clave. Tenemos que dejar de ser tan sensibles. Si somos de esas personas que nos tomamos todo demasiado a pecho, mal camino llevamos... Hemos de cambiar, ser fuertes, dejar de darle tanta importancia a las cosas.
Cuando alguien tiene un mal gesto, o alguna mala palabra con nosotros, hemos de restarle importancia y, sobre todo, no darle más vueltas.
Los que sufrimos ansiedad, acostumbramos a exagerar y pensar en exceso en cualquier tonteria que nos ocurre en la vida cotidiana. Así que es crucial ser fuertes y afrontar las cosas con tranquilidad, (sin darle vueltas ni enfadarnos.
b) Conflictos continuos: por desgracia hay épocas y circunstancias en la vida por las que se vive con enfrentamientos a diario, (ya sea en el trabajo, en casa o con vecinos).
Muchas veces nos atormentamos por las cosas que hicimos mal; es comprensible. Pero también hemos de saber que nada ya podemos cambiar del pasado y que lo bueno que pueda venir en el futuro, dependerá de lo bien que lo hagamos ahora, en el presente.
Por eso, vive ahora, haz las cosas bien hoy, y no tendrás que arrepentirte mañana de no haberlo hecho bien. En definitiva: no le des tantas vueltas al pasado ni a lo que vendrá en el futuro, (al fin y al cabo nadie lo sabe), y gasta todas tus energías en el hoy.
Resumido: ¡no pienses tanto!
d) No calcularlo todo tanto ni planificar en exceso: cuando emprendemos un proyecto o hacemos algún plan, las personas con ansiedad tendemos a planificar todas las cosas demasiado. Miramos todos los pormenores de forma escrupulosa para que todo salga perfecto.
Si eres de esta clase de personas, has de saber que aunque no está mal hacer una buena planificación de lo que vayamos a hacer, hay que aprender a ser flexible e improvisar. Eso no significa ir a "lo loco" y no calcular nada, pero hemos de abrirnos a improvisar y cambiar nuestros planes en función de lo que convenga en el momento. Así que hemos de perder el miedo a que las cosas salgan mal y a hacer el ridículo.
No siempre las cosas salen perfectas ¿y qué? Ya se buscará solución ¿Cual? Ya se verá cuando llegue el momento.
e) Dejar a un lado nuestra timidez, ser echados pa´lante: no te acobardes, por miedo a que algo no vaya a funcionar o por la posibilidad de hacer el ridículo. Si tienes un plan, un proyecto, sé valiente e inténtalo. Sé prudente, pero no miedoso.
Pierde un poco la timidez y relacionate con quien merezca la pena: sal a la calle sin complejos. Es fácil decirlo, (lo sé). Pero, al menos, hemos de intentarlo aunque sea un poco día a día.
Tenemos que perder las "vergüenzas tontas", esto nos ayudará a reforzar nuestra autoestima que es otro factor clave para mejorar con nuestros problemas de ansiedad.
f) Reforzar nuestra autoestima: receta antiansiedad fundamental.
Tú vales mucho. Sí, creételo y manda al garete a toda esa gente que te ha dicho, (o te dice), que no vales para nada. Seas como seas, con lo bueno y con lo malo, más guapo o más feo, vales tu peso en oro. Deberías a empezar a fijarte más en tus virtudes y menos en los defectos, que, por desgracia, tanto nos recuerdan los demás...
Refuerza todo lo positivo que hay en tu persona, también la belleza exterior y siéntete afortunado por todo lo bueno que te rodea y por las personas que te quieren. (Si quieres puedes apuntarlo en un papel, hacer una lista y te darás cuenta de la cantidad de cosas maravillosas que hay en ti y en la vida que te rodea). Ni todo es malo ni todos son malos.
La vida es una oportunidad: no dejes que la ansiedad ni el tedio te roben la posibilidad de disfrutarla.
g) No ser tan estrictos: quizá porque los han educado así, pero hay muchas personas que afrontan las cosas de la vida con una disciplina militar. Hay que ser ordenados y responsables, sí, pero nos equivocamos cuando somos demasiado estrictos y escrupulosos para todo.
(En ningún caso hablo de dejadez, pero hemos de aprender a ser flexibles: lo que hoy no se pueda hacer se hará mañana, si nos equivocamos siempre habrá tiempo de rectificar, y siempre saber que no se puede ni acertar ni ser perfectos en todo).
Cuando algo sale mal no hacer de eso un drama, gastar energías en buscar soluciones y no en lamentarse ni quejarse, haciendo de nosotros y nuestro entorno un manojo de nervios. Más flexibilidad en nuestros quehaceres diarios, será bueno para nosotros y para los que conviven/trabajan con nosotros.
Este es un rasgo muy común en las personas con tendencia a los trastornos de ansiedad, así que es importante corregirlo lo antes posible.
(Como dije antes, el cómo nos han educado tiene mucha culpa de ésto, pero ahora no es tiempo de buscar culpables, ahora es tiempo de cambiar.
h) Positividad: basta ya de derrotismo y negatividad. Hay que ser más positivos en todas nuestras ideas y proyectos ¿Por qué las cosas no pueden salir bien? ¿Y si salen mal? Siempre nos queda volverlo a intentar.
Intentemos sacar pecho y perder miedo a afrontar nuevos retos y siempre con una mentalidad más positiva. (Las cosas pueden salir bien o mal pero al menos lo habremos intentado).
i) Saber decir que no: este es un punto en el que yo fallaba mucho. Tuve que trabajarlo (y aún estoy en ello), de forma enconada para solucionarlo.
Siempre que alguien me pedía algo nunca sabía decir que no, (inclusive cuando eran favores que me acabaran perjudicando). No tenía la personalidad suficiente para enfrentarme a un amigo o a un jefe y ponerle las cosas claras y saber decir que no o cualquier otra cosa.
Al final, siempre acababa siendo el buenazo y claro, cuando la gente se da cuenta de esto, tiende a aprovecharse. (Puede que no sean todos, pero este mismo problema lo tienen muchas personas con ansiedad).
Si dicen que no a algo, se sienten mal, (o se creen malos), y esto no es así para nada. Saber decir que no, no implica ser malvados o insolidarios, (tampoco nos van a querer menos por tener personalidad y dar la negativa cuando algo no nos convenga o cuando se quieran aprovechar de nosotros).

Otros consejos importantes:

-No quedarse en casa: importante salir de casa cuando tenemos ansiedad. (Dar un paseo, salir de compras o a tomar algo, hablar con amigos y sobre todo, no tener vergüenza de contar nuestro problema de ansiedad). No te quedes en casa aburrido y dándole vueltas a la cabeza.
Sal a dar un paseo o a hacer deporte.
-Controlar lo que vemos/leemos: poco favor nos vamos a hacer si, por ejemplo, nos gustan las películas/novelas de drama o terror. (La verdad es que a mí personalmente no me gustan ni cuando no tengo nada de ansiedad...)
Son totalmente desaconsejables este tipo de filmes o lecturas cuando estamos inmersos en el océano de la ansiedad. Yo recomiendo películas de humor o aventuras, sin finales trágicos ni escenas macabras. Lo mismo pasa con las lecturas: es mejor leer novela de aventura, humor, autoayuda etc. Pero por favor: nada que nos aporte negatividad.
-Arreglarse, maquillarse, vestirse bien, verse guapos/as: basta de andar todo el día con cualquier ropa, (si es que lo haces), despeinados o sin afeitar.
Ahora que tenemos ansiedad hay que ponerse más guapos que nunca, mirarnos al espejo y vernos bien. Esta actitud de querernos un poco más a nivel físico reforzará nuestra autoestima. (Éste es un factor que cuando tenemos ansiedad es muy importante mejorar).
-Exceso de ordenador/televisión/móvil: esta es una tremenda carga que le echamos a nuestra mente casi sin darnos cuenta. Está comprobado que el parpadeo continuo de pantallas de televisor y ordenador saturan y cansan mucho a nivel mental.
Está bien un rato, pero no podemos estar todo el día enganchados a las pantallas sin dar descanso a nuestro cerebro. Lo mismo pasa con el móvil: cuando estamos todo el tiempo pendientes de él, (sobre todo watshap).
Aunque no lo creamos, esta dependencia nos estresa sobremanera. Así que hay que disminuir su uso y, sobre todo, no estar demasiado tiempo de continuo pendientes de la tecnología. (Al menos ir haciendo descansos, y cuando nos encontremos en un pico alto de ansiedad, disminuir en lo posible su empleo).
Quizá la lectura sea un buen sustituto.
-Música: la música alegra la vida, que duda cabe. Es bueno que te pongas música, (la que más te guste o te relaje), que disfrutes escuchándola, que cantes, que bailes.
A todos nos pasa que cuando escuchamos una canción que nos gusta, nos sentimos más contentos, tenemos ganas de cantarla o repetir el estribillo, (aunque sea en voz baja).
La música entretetiene y nos hace más felices por eso, no desestimes esta receta aunque parezca poco importante.
-¡Sonrie!: ansiedad=angustia, tristeza. Cuando tenemos mucha ansiedad, no tenemos ganas de reir, (estamos preocupados, tensos, nerviosos...) Eso se refleja, (y de que manera), en nuestra cara. Hemos de hacer un esfuerzo por sonreir, ser felices; poner buena cara, saber escuchar un chiste o una cualquier anécdota graciosa. Vamos a cambiar la cara larga, tensa, de nervios... por una sonrisa. Bromear con un familiar o amigo, ver una película de risa con alguien o hacer planes divertidos, son cosas que están a nuestro alcance y que contribuirán a que nuestros problemas de ansiedad vayan bajando enteros.
-Medicina natural: yo no la usé, pero al ser natural, hay quién la recomienda porque no crea adicción ni tiene efectos secundarios. No soy un especialista en este tema, (quizá os informarán mejor en una herboristería). En cualquier caso, casi siempre se suele utilizar: Melissa, Valeriana y también el Hipérico.
Estas hierbas naturales ayudan a relajar el sistema nervioso sin ser tan adictivas como la medicina que nos recetan en las consutas médicas. (Pero poco os puedo decir ya que en mi caso no hice uso de ella).
Dependerá de cada cual, y siempre mejor pedir información a una persona entendida en el tema.
Y por último: sabed siempre que la ansiedad es inofensiva y nunca nos podrá hacer daño. No tengáis miedo a nada ni a nadie. Paciencia. (Por experiencia os digo que la ansiedad no se cura rápido). Es un proceso, y diría que más bien lento. Cuando empecéis a mejorar, puede que haya días o semanas que esteis un poco peor pero ¡no desesperéis! No tiréis la toalla y seguid insistiendo, quizá tardéis pero la perseverancia dará sus frutos.

¡Ánimo!

14 comentarios:

Roberto Gil dijo...

Bueno es un honor Reyes! Espero que puedan ayudar estos consejillos que parten de mi propia experiencia. Sólo le pido a la gente que lo lea completo ya que es un poco extenso, pero como bien dices merece la pena. Muchas gracias por esa presentación llena de piropos y espero ayude a alguien. Besotes!!!

Marijo. dijo...

Hola chicos:

lo primero que quiero hacer es mandar un besito enorme a Reyes, esa persona tan especial, tan maravillosa, tan autentica y que siempre ha sabido ayudarme.
Y Roberto, agradecerte enormemente el tiempo que has utilizado en escribir estos consejos, no son buenos momentos en mi vida, en mi ansiedad y puedo asegurarte que a mi me han ayudado.
Por ello mil gracias.
A los dos, tanto a Reyes como a Roberto por regalarnos estos pedacitos de vuestra experiencia y vida.
Reyes sabes que te quiero, amiga.
Un besito muy fuerte a todos los afectados y mucho animo.
Marijo.

Roberto Gil dijo...

Muchísimas gracias Marijo por leer y valorar mi escrito. Aquí tienes un amigo. La verdad agradezco mucho que te hayas tomado tu tiempo en leer el escrito, por es un poco largo, pero genial! si te ha ayudado. Reyes es una persona especial e increíble y me siento halagado con que haya publicado este escrito aquí. Espero que ayude a la gente y si te ha hecho sentir mejor a ti Marijo, ya me doy por satisfecho. Un abrazo enorme. Parece mentira pero la ansiedad me esta dando la oportunidad de conocer a gente increíble :)

Reyes dijo...

¡Buenas noches, Roberto!!! ;"-**************************

El honor, (y el placer), créeme que son míos porque tu escrito tiene un inmenso valor❤️❤️❤️❤️❤️ (Por su contenido pero también, por haberlo creado tú 😍😍😍;"-*****************)

Te pido disculpas porque te contesto a través del teclado del móvil y no consigo distinguir bien los emoticonos... ¡Ya sabes que los añadiría todos!!! ❤️❤️❤️

Estoy segura de que vas a ayudar UN MONTÓN con tus recomendaciones, (porque parten de tu vivencia personal).
Fuíste MUY FUERTE Y MUY VALIENTE en el pasado enfrentando la ansiedad y las demás dificultades hasta perderles el miedo y vuelves a serlo ahora que decides contarlo para intentar ayudar a otras personas.
(¡Cómo para no incluir los piropos!!! Jejejeje Te definen y jamás me cansaría de resaltarlo...)😍😍😍😉;"-*****************************************

TE MANDO UN BESITO Y UN ABRAZO FORTÍSIMOS QUE ATRAVIESEN LA PANTALLA: ¡MUAAAAAAAAAAAAAAAAAAACS!!!!! ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Reyes;"-*********

Reyes dijo...

¡MI MARIJÓ!!!!! ;"-*************************************

Me ha emocionado muchísimo ver tu comentario... ¿Qué puedo decirte que no sepas??? ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
(Tal vez que saber de ti me ha dado energía para, por lo menos, llegar a Navidad, y que no voy a dejar que te sientas triste en lo que de mí dependa, ! te doy mi palabra!!!) ;"-******************

YO TAMBIÉN TE QUIERO MUCHÍSIMO Y SÉ QUE VAMOS A PODER IR HACIENDO FRENTE A CADA ADVERSIDAD, (JUNTAS). ¡TE LO ASEGURO!!!!!❤️

Te escribo por privado. ¡UN BESITO INMENSO, CARIÑO!!!!!!! ;"-******************************************

Reyes dijo...

Muchísimas gracias, Roberto, pero tú eres SÚPER HUMANO Y MUY BUENO, (te preocupas por los demás y por otro lado, lo haces con un cariño que sí es excepcional).
A través de tus e-mail me lo has demostrado y la verdad es que eso te hace MUY ESPECIAL Y ERES REALMENTE MARAVILLOSO😍😍😍😍😍❤️❤️❤️

¡TU AMISTAD ES UN REGALO MUY VALIOSO!!!!! ;"-**********************************************

(Siento lo mismo, Roberto: me sorprende descubrir cómo el dolor puede convertirse en un camino hacia el amor) ;"-)))

Roberto Gil dijo...

Jopeeee! que cosas más bonitas me dices Reyes (creo que nunca me habían dicho tantas) No sé que contestar ufff...el mundo es un lugar mucho mejor gracias a personas como tú!!! Mil besos y sigue siendo como eres, porque, somos muchos los que te necesitamos y tenemos tanto que agradecerte.

PD. Todos necesitamos una Reyes Corbató en nuestra vida, pero no podemos hacer que te multipliques como los panes y los peces...jejeje

Reyes dijo...

¡Jolín, Roberto!!! Pues ahora soy yo la que se queda sin palabras de agradecimiento que puedan encontrarse a la altura de tu cariño, jejeje ;"-*************************************************

(De hecho, no sé si acabo de ser consciente de lo afortunada que soy en un momento como este...)
Recibir tanto amor es un regalo de la vida MUY PRECIADO y la verdad es que te lo agradezco con todo mi corazón ;"-)))))))))))))) ¡MILLONES DE GRACIAS!!!!!!!
(También me alegra un montón que haya un Roberto en mi vida: ¡definitivamente es un UN PLACER!!!) <3

¡UN BESITO GIGANTE!!!!!!! Seguimos en contacto, (porfa) ;"-*********************************************************************

Unknown dijo...

Hace dos meses sufro crisis de miedo depresión ansiedad estoy en tratamiento psiquiátrico pero eh dejado.la.medicacion x q me causa dolor de cabeza no se cómo salir de estas crisis

Juan Bethe dijo...

Hola buenos dias, asi buscando por internet he dado con vosotros, he leido todo el texto y la verdad me he sentido aliviado.
Os comento mi problema, hace años sufri una fuerte crisis de ansiedad que me dejó una ansiedad instalada casi permanente, después de un tiempo donde me recuperé, me empezaron a venir pensamientos obsesivos relacionados con enfermedades mentales, sobre todo con el Toc, nunca le habia prestado atención a estas cosas, pero así de meterme en internet a buscar sobre la enfermedad, me sugedtionaba y la mente ya me hacia creeer que podia tener algun tipo de toc. Paso dias buenos pero igual un dia me viene algo de eso ala cabeza y automáticamente empiezo a buscar pensamientos poniendome ejemolos como de que no tengo laesa enfermedad, para tratar de convencerme, y asi los hago mas fuertes y no paran d venirme y yo a seguir, parece un bucle sin fin. Cuando consigo no darle importancia es verdad que me pasa como comenta Roberto, que se debilitan. Pero no consigo que se me vayan, igual a la semana o al mes me vuelve lo mismo. Ahora mismo me creo que puedo tener el toc de enfermedad porque mentalmente trato de buscar un ejemplo de que no tengo nada para convencerme y me pongo nervioso porque creo que es una compulsión del toc. Lo curioso es que si me digo que lo que tengo es hipocondria pues ni me inmuto. Bueno perdón por la chapa y voy a proponerne seguir estos consejos psra acabar con esta ansiedad. Muchas gracias. Saludos.

Reyes dijo...

Unknown,

Perdona, te dejo mi dirección de correo electrónico, (mi e-mail), para que podamos hablar de una forma directa, (si quieres). Mira, es la siguiente: reyescmcm@gmail.com

¡MUCHÍSIMAS GRACIAS Y UN ABRAZO BIEN GRANDE!!! ;"-**************************************

Reyes

Reyes dijo...

Juan Bethe: ENCANTADA ;"-*********************************

Lamento mucho que te esté sucediendo ésto que comentas. Hace años, (cuando sufriste tu crisis de ansiedad), ¿recibiste la ayuda de un psicólogo/a para superarla?
Personalmente creo que éste mismo profesional podría orientarte acerca de lo que te está sucediendo ahora y sabría ayudarte. Parece que llevas relativamente poco tiempo sintiendo ésto.
Si lo tratáis ahora, (en sus comienzos), resultará más fácil de combatir y de superar.
Juan, te dejo mi e-mail por si quieres escribirme, ¿vale? Es la siguiente: reyescmcm@gmail.com

TE MANDO UN BESO Y UN ABRAZO MUY FUERTES CON TODO MI CARIÑO ;"-*******************************************************************

Reyes

LadyAlice dijo...

Lo primero muchas gracias por tu escrito, ha sido perfecto. Yo hace poco desencadene en una ansiedad con ataques de pánico, toc,...y empecé con rituales para disminuirlo, pero he ido a peor y ahora me cuesta hasta salir de casa. Me he sentido muy identificada por que mi obsesión es que por estar fuera pueda contaminarme de SIDA o llevarlo en la ropa, zapatos u objetos que sacó de casa y vuelvo a traer y que eso nos infecte a mí y a mis hijos. Estoy intentando trabajar en ello de forma autodidacta pero también estoy contactando con psicólogos específicos en toc, sin embargo, al leer que también tuviste esa obsesión, como lograste disminuirla?por que me está costando un montón. Agradecería mucho saber tu experiencia o que leíste o que te hico "clic" para poner una solución a aquel problema. Gracias

Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.